fue realmente memorable:
el sol no se detuvo la
tierra no dejó de girar
la máquina celeste siguió
trabajando
pero él volaba él
dejaba atrás paisajes
continentes
con las manos mojadas de
viento
¡oh tom steward!
¡oh tom y steward volador!
tomo la lira y empezó a
cantar entre nubes
o ángeles y demonios de Dios
atraídos
por los vapores negros que
le salían de la boca
“caballos” cantaba “caballos
depravacos
cerebelentes áspimos
taquerres” cantaba tom steward
y en sólo un arco de volar
quemaba
camísculas herpentes
¡qué páramos con un hombre
solito había en su voz!
tom steward se detuvo en el
aire vio su nuca
y dio vueltas y vueltas
aterrizando al fin
en el revés de sus días y
vio:
a un hombre que volaba
al sol salir a ala tierra
girar
la máquina celeste trabajar
a tom steward convertido en
tom steward y triste
no voló nunca más en su vida
pero
no le pudieron arrancar
el pedazo de viento entre
sus piernas
lleno de guerras cábalas
eneros
a media hora de enterrarlo
en consecuencia
salió volando del cementerio
de Oak
hizo un arco furioso sobre
el silencio vecinal
en el lugar de su tumba no
hay flores
crecen silbidos caballos
crecen.Twittear