Ayer
papá me regaló
un
ramo de flores secas
para
decirme cuanto me amaba
El día de mi cumpleaños me regaló
una muñeca sin un ojo
envuelta en papel viejo sin un tarjeta
sin un “te quiero” ni abrazos ni besos
NO
de
esas cursilerías no hubo nada
Sólo la imagen triste
de mi muñeca bastaba
para decirme cuanto me amaba
Entre él y yo
hay silencios de arañas
tejidos por el tiempo circular
Entre él y yo
hay abismos de mariposas negras que
revolotean incesantemente por toda la casa
En
la noche me dejó una nota
en
la mesita junto a mi cama
no
había nada escrito en ella
sólo
las marcas de lágrimas secas
por
él derramadas
para
decirme así de ese modo cuanto me amaba
Mi padre me llevó de paseo
hoy por la mañana
no tomó mi mano al caminar por la calle
ni al cruzar hasta la plaza
En medio de tanta gente hay una
inmensa ola de silencio cubriendo las
miradas
Vi
una tras otra varias caras
pero la de él no pude verla
por más que intentaba
Me quedé sola llorando
en medio de la plaza
por más que grité su nombre
no aparecía ni él ni su mirada
pensé “lo que ha ocurrido es
para decirme cuanto me ama
para decirme cuanto me ama