Los
avances científicos prometen —en un plazo
no
muy largo— abrir una puerta en el tiempo. Esto
es,
viajar hacia atrás y hacia delante. Si vive
lo
suficiente tal vez mi amiga logre hablar con
su
amado quien murió justo un día que iban
a
verse. ¿Para qué otra cosa quisiera alguien
volverse
en el tiempo? ¿Para qué cruzaría yo
túneles
luminosos o llenos de sombras, o puentes
que
atraviesan ríos como mares; para qué andaría
sobre
lomos de criaturas indescriptibles o a bordo
de
naves tan delgadas como vajilla china; para qué
dejaría
caer mi cuerpo sobre una cama de nubes
cuyo
fondo crece sin cálculo exacto; para qué
arriesgaría
cruzar esa puerta si no fuese para
encontrarme
contigo?