jueves, 12 de mayo de 2016

A un poeta casero de Aurelio Macó



Aún te faltan escribir los mejores poemas de tu casa
Y, sin embargo, piensas que de tu cuarto a la cocina
Estás nominado como el poeta más decente
Que, del jardín a la azotea, el perro y las hormigas
Aseguran que eres el Pulitzer futuro
Y que en la sala
Los muebles y la tele esperan
Ese libro que honre tus días sin quehacer.

Aún, es cierto, te faltan escribir los poemas de tu casa,
Aunque, me dices, la crítica no te es tan favorable.
Ayer en el baño, por ejemplo,
El sarro percibió tu falta de malicia
Y una cucaracha, en el acto,
Reseñó tu último poema y lo dejó ilegible

Tú, no obstante, siempre te muestras muy seguro.
Escribir los mejores poemas de tu casa
No debe ser, dices, como padecer una censura casera.
Piensas, en cambio, en tu abuelo y sus elogios,
Y eso, lo sé, te reconforta a veces.

Ser, sin embargo, el mejor poeta de tu casa
No es, me dices, tan fácil como piensan los demás.

Sabes que aún no has escrito el poema
Que dignifique, al menos,
La vida del cátsup en el refrigerador.