martes, 29 de marzo de 2016

Híkuri de Daniela Camacho


(f)
Era un coyote y eran cien o nunca podrían ser contados. Una descripción de infinito. Tú por mis manos sabías más cosas de mí y así adivinaste que un alacrán caminaba en mi pecho. Era el miedo. Me habían venido la náusea y la resurrección maravillosamente y tú buscabas en mí ese otro corazón del que nos hablara Michaux, pero ya para entonces yo iba precipitada y gladiola, como besada por dios, hacia esa comarca de ver con los ojos abiertos.