Dejémonos
de iconografías miserables-
Eva
fue erigida sabrosa adolescente
(pues
por idiota que Dios sea
¿cómo
comenzaría modelando en costilla
cualquier
panzuda nociva a punto de sigüenza?)
Adán,
un joven tristón
por
carencia de burdeles:
si
el primer anochecer le dio miedo (Blanco White),
al
siguiente día y misma hora
ya
pidió atolondrado una trigueña de facto,
aunque
fuese su pianista, sobrina o entenada.
El
mismo Dios, cirujano mediocre, debió anestesiarlo,
sacarle
por una oreja el hueso curvo menos indicado,
freírlo
según barbarie
y
ofrecerle una sopa de su propio cadáver.
Es
misoginia acaso completar el texto.
Yo
diría más bien highest criticism.
Véanlos,
él se recorta un incipiente bigote hitleriano,
ella
cambia su kotex entre efluvio inimitable.
¿Qué
más pedir en materia de domesticidad
sino
tropezar veinte ves con la misma borcelana?