viernes, 28 de octubre de 2016

Delirios de Dina Bellrham



I

Tengo una luciérnaga en medio de los dientes
soy lámpara humana
he retornado a la pared
y a su diluvio de gárgolas.
Me enchufé
(sonrío).
A veces me desnudo esperándote
arranco mis ojos
y mutilo su humedad septentrional...
—tan cansado es el lunar donde blasfemo—.
Tantas uñas queriendo rasgarme
¿hacia dónde va esta cicatriz de hinojos?
ya sólo tengo vómitos
cortocircuitos
hambre
(muerte).
Es hora de marchar(te)
desmembrar(te).
Todas me hablan...
he decidido gritar
hoy,
que me he estacionado
que he construido
una lágrima púrpura
en mi cuenca de abismos.

II
Estoy a punto de fugar
este simposio noctámbulo
he ataviado de telarañas
estas vénulas famélicas.
No soy parte del trapecio de átomos
amo al hombre que fue mío
su velo de besos muertos
yo también estoy en la profundidad
donde gorgotean nuestras manos entrenzadas
como grillos emanando ecos atrófi cos
como velas tapizando un suelo de plegarias.
—Las secretarias mutilan teclas,
son asesinas de rutinas—
¿y yo?
también necroso animales
que penden de un árbol
deletreo entes cobijados en letras,
artista en pantomimas
de un Sansón en alopecia
vacíos... (((tijeras púrpuras)))
—la gris Átropos ha tardadoestoy
acostumbrada a cenar
frente a un espejo;
y empacharme de anginas
porque te extraño
porque eres agua extraviada en óleo
y aún fermentas un delirio de alhelí
en mi imperio de insectos.